trastornos de ansiedad

Trastornos de ansiedad: por qué a mí?

Trastornos de ansiedad

Los trastornos de ansiedad son uno de los motivos de consulta más frecuentes en psicología y medicina.

Si bien pueden darse en cualquier persona, en cualquier etapa vital y mostrándose de muy diversas maneras, el denominador común es el gran malestar que supone a quien los padece.

En psicología hablamos de la ansiedad como algo necesario para el organismo; una respuesta adaptativa que nos permite prepararnos para huir ante un riesgo. Nuestro riego sanguíneo, nuestra respiración, nuestra musculatura, se preparan para correr, gritar, atacar o defenderse de un peligro.

Entonces, ¿por qué aparece la ansiedad cuando estoy en el sofá de mi casa o en una reunión de trabajo?

La ansiedad es una forma de miedo (intenso e irracional) y que frecuentemente se anticipa a escenarios que aún no existen.

Un ejemplo de ello es sentir ansiedad al encontrarse sentado en un avión y temer que pudiera ocurrir un accidente. Otra forma de ansiedad, en apariencia bien distinta, sería un malestar intenso al realizar una exposición en público que tememos no vaya a salir bien. En ambos casos, estamos anticipando una catástrofe que, de hecho, no ha ocurrido.

De hecho, tiene todo el sentido que la ansiedad surja paradójicamente en momentos de descanso; si estuviéramos en una selva y encontráramos un animal salvaje no nos pararíamos a pensar en si nos duele el pecho y eso podría ser un infarto. Correríamos, gritaríamos y nos pondríamos a salvo. Quizá tiempo después, un día tranquilo paseando por el campo, sí nos detengamos a atender a nuestras sensaciones.

Estas reacciones aparecen en niños y en adultos y pueden darse en muy diversas formas. Así, existen distintos tipos de trastornos de ansiedad: agorafobia, ansiedad de separación, TOC, estrés postraumático, entre otros.

Pero, qué condiciones hacen que yo tenga un trastorno de ansiedad (o episodios aislados de pánico)?

Como reacción de miedo intenso, la ansiedad se ve favorecida ante sensaciones de incertidumbre. Esa tolerancia a los cambios,a la incertidumbre, o la necesidad de control sobre las situaciones, definen en buena medida nuestra personalidad. Además del estilo de personalidad (aquella que nos define de forma habitual), existen circunstancias que alteran nuestro «modo de ser habitual» pudiendo volvernos más vulnerables ante las sensaciones de miedo irracional.

Algunos factores que predisponen a la ansiedad, son:

  • Haber recibido un estilo de crianza muy rígido o muy sobreprotector.
  • Sentirse poco querido y valorar en gran medida la aprobación de los demás.
  • Condiciones médicas, como alteraciones de tiroides, dolor crónico o enfermedades de larga duración.
  • Consumo, abuso, dependencia o abstinencia de sustancias tóxicas, como el alcohol o el cannabis.
  • Alteraciones en el estado de ánimo o trastornos psiquiátricos.
  • Acumulación de estrés.
  • Vivencia de situaciones traumáticas o experiencias desagradables no resueltas.
  • Tendencia a la evitación de emociones complejas o a la exposición a determinados miedos.
  • Hábitos poco saludables, como una alimentación poco adecuada o exceso o falta de sueño.
  • Búsqueda de sensación de control y baja tolerancia a frustraciones o cambios.
  • Y un largo etcétera de variables que nos predisponen a la ansiedad.

Los síntomas son también muy variados y no se viven de forma idéntica en dos personas distintas. De hecho, en una misma persona puede manifestarse la ansiedad de varias maneras.

Algunos de los síntomas más habituales son la sensación de ahogo o falta de aire, aceleración del ritmo cardíaco, sudoración, sensación de inestabilidad o mareo, temblores, cansancio, necesidad de huida o sensación de que algo malo va a ocurrir.

Curiosamente, es muy frecuente que alguien que experimenta ansiedad por primera vez presienta que está sufriendo un infarto o padezca alguna enfermedad.

Conocer que el malestar percibido es ansiedad y no otra enfermedad no siempre sirve para aliviar los síntomas o la preocupación. Sin embargo, una información adecuada sobre cómo funciona su mecanismo sí puede ayudar a manejarla.

Es fundamental asumir la situación y apoyarse en un profesional que pueda gestionar las pautas a seguir y, en medida de lo posible, evitar que se convierta en un malestar crónico o aumente generando grandes dificultades en el día a día.

Si deseas más información o solicitar una consulta, puedes contactar con Lüar: 610109102 o luar@luarespacio.es. Trabajamos en Valladolid y también de forma online.

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Gracias por leerme!

Olga Trillo Lodeiro, psicóloga.

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