La atención es la habilidad de centrarse prioritariamente en los estímulos requeridos en cada momento. Cuando ésta falla, nos desconcentramos y centramos nuestro foco en cuestiones no relevantes para la tarea en curso (por ejemplo, si al conducir dedicamos más atención a cambiar la emisora de la radio que a la carretera).
Cuando este déficit de atención es elevado, podemos hablar de Trastorno por Deficit de Atención (TDAH), que consiste en una alteración significativa de la atención que deriva en desconcentración, impulsividad o hiperactividad. Este hecho hace que las demandas escolares y muchas tareas cotidianas resulten altamente complicadas.
Con algunas pautas, podemos lograr mejorar esta capacidad de concentración y aprender a prevenir las distracciones.